¿Cuál es el nombre de la lengua: castellano o español?
Ambos nombres son sinónimos y los dos son igual de válidos y correctos. Con el nombre de castellano, o con la expresión lengua castellana,se alude a la región española en la que nace la variedad lingüística. Con el nombre de español, igual que con lengua española, se enfatiza el país en el que esta lengua se generaliza y desde el que se extiende después por el resto del mundo.
- El español es la lengua materna de 400 millones de personas.
- El castellano es la lengua materna de 400 millones de personas.
En España, en los territorios bilingües se prefiere castellano, término que se contrapone mejor al nombre de la lengua cooficial respectiva. En Castilla se usan indistintamente ambos términos y en el resto de regiones también es más usada la denominación español. En líneas generales, en América está equilibrado el número de países que se inclinan por una u otra denominación. En todo el continente sur, excepto Colombia, y en El Salvador, la preferencia mayoritaria es castellano, término que recogen muchas constituciones de estos países para designar la variedad respectiva. En el norte, en México, Centroamérica y el Caribe, además de la citada Colombia, la denominación preferida es la de español.
Las razones de la preferencia por una u otra opción son diversas. En España se elige castellano especialmente cuando quiere contrastarse con cualquiera de las otras lenguas oficiales del territorio. Los hispanoamericanos que optan por castellano lo argumentan en razonamientos como este:
«español es lo que se habla en España, por tanto, yo, que no soy español, no hablo “español”, sino “castellano”». Frente a ellos, quienes prefieren el término español se basan en la percepción de que su modo de hablar difiere de cómo se habla en la región de Castilla y, además, consideran que con ese término se refleja mejor la importancia que han tenido los distintos territorios hispanohablantes en la configuración de la lengua. Entre los especialistas, se empleael término castellano cuando se alude al modo de hablar de las primeras etapas de la creación del idioma o para referirse expresamente al dialecto hablado actualmente en la zona central de España. Por otra parte, el término español es el más general cuando se contrapone a otros idiomas, como el francés, el inglés o el chino, y así suele figurar en los títulos de diccionarios o gramáticas.
Castellano y español son, pues, dos sinónimos en igualdad de condiciones. El «problema» del nombre de la lengua es en realidad una falsa polémica, que debe considerarse ya superada y que, en cualquier caso, habría que dejar fuera de la controversia política o el enfrentamiento social.
i › DPD, s. v. español.
¿Dónde se habla mejor español?
No hay ningún país ni región ni ciudad del que se pueda decir que en él se habla el mejor español; ni siquiera se puede decir que en una zona se habla mejor o peor que en otra. Al menos desde un planteamiento riguroso o científico. De hecho, para poder responder adecuadamente a esa pregunta habría que comenzar estableciendo qué se entiende por «el mejor español». Si el lenguaje es básicamente un instrumento para la comunicación, en cada lugar la lengua sirve adecuadamente para que los individuos de esa sociedad se comuniquen entre sí, de modo que los usos que han ido creándose en cada comunidad son los que mejor sirven para los propósitos comunicativos de sus individuos.
Diferente es la perspectiva si atendemos a cómo usan las personas el idioma. En este caso, es evidente que no todos se comportan de la misma manera, ni son igualmente conscientes de la importancia de esta herramienta de comunicación, ni tienen la misma sensibilidad ante ella ni sobre los efectos que su uso puede tener sobre los demás. Por ello, sí es posible decir que un hablante se comunica mejor que otro, que se expresa mejor que otro, que emplea el lenguaje mejor que otro, en definitiva.
La pregunta, por tanto, no es «dónde» se habla mejor sino «quién» habla mejor. El mejor empleo del lenguaje suele ir asociado con el interés personal y también con la formación individual. Y, en este sentido, el modelo de habla considerado culto se sitúa por lo general entre las personas mejor formadas, las que mejor conocen los recursos idiomáticos y las que mejor se sirven de ellos: escritores, periodistas, profesores, etc.
Para contestar a esta pregunta hay que distinguir dos planos: el de los usuarios de la lengua y el de las instituciones. En el primer plano, que es el más importante para el desarrollo de una lengua, son los propios hablantes en cada comunidad de habla quienes establecen qué es lo correcto o incorrecto, pero no tanto en el sentido sancionador del término «correcto», sino en el de señalar qué usos lingüísticos prefieren.
En el segundo plano, la Real Academia Española y las Academias que con ella integran la Asociación de Academias de la Lengua Española tienen secularmente reconocida la misión de velar por el idioma y fijar los criterios de corrección que han de aplicarse a todo el ámbito hispano. Recientemente lo han hecho, como queda indicado, en los tres grandes códigos —Nueva gramática de la lengua española, Ortografía de la lengua española y el Diccionario de la lengua española—, todos ellos con carácter panhispánico porque recogen las variantes de corrección de las distintas áreas lingüísticas y fueron acordadas por el conjunto de academias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario